Quiste epidermoide testicular
Quiste epidermoide testicular; síntomas, diagnóstico y tratamiento
El quiste epidermoide testicular es una rara patología que representa no más del 1% de todos los tipos de quiste que se desarrollan en el testículo; y aunque se trata de una tumoración benigna, en su mayoría las características que se presenta dificultan su diagnóstico diferencial.
Reconocimiento del quiste epidermoide testicular
Si bien es cierto que se trata de una entidad benigna que por lo general se desarrolla en varones jóvenes; su crecimiento es lento y difícilmente diferenciable de otros tumores malignos. Asimismo, aunque no es el caso más frecuente, han llegado a identificarse en pacientes infantiles.
En consecuencia, el quiste epidermoide testicular representa un reto a la hora de realizar su diagnóstico y generalmente el tratamiento a seguir es la resección de masa tumoral (tumorectomía) o la extirpación quirúrgica del testículo (orquiectomía).
Síntomas y diagnóstico
Básicamente el quiste epidermoide testicular puede ser detectado por el propio paciente al palpar una masa dura en alguno de sus testículos (cabe mencionar que han sido realmente excepcionales los casos en que se desarrollado de manera simultánea en ambos testículos).
De hecho, es muy probable que el individuo no experimente dolor ni otro tipo de síntomas; lo cual puede inducir al paciente a acudir con el especialista para determinar los orígenes de su hallazgo.
Es por ello que en estos casos además de la correspondiente anamnesis y exploración física, la ecografía testicular puede arrojar resultados favorables en cuanto a la detección de la masa tumoral; sin embargo estos estudios no logran proveer mayor información respecto al tipo de tumor (benigno o maligno).
Por otro lado, los estudios de marcadores tumorales no representan una diferenciación particular; aun cuando existen casos aislados en los cuales se han podido identificar patrones anormales.
Tratamiento
Como resultado de las limitaciones especificadas en las pruebas diagnósticas, los pacientes con quiste epidermoide testicular son en general difíciles de identificar antes de practicar alguna solución quirúrgica. En cualquier caso, la cirugía conservadora debe ser en lo posible la principal elección, considerando que la mayoría de los casos de quiste epidermoide testicular han sido detectados en hombres cuya edad oscila entre los 20 – 40 años.
Sin embargo, aunque el hombre se encuentre en plena edad reproductiva, es probable que el especialista considere la extirpación del testículo como primera opción cuando existan antecedentes de afecciones malignas u otro indicio que alerte alguna complicación futura.
Por el contrario, si la cirugía de elección ha sido una tumorectomía; luego de efectuarse se debe aplicar un estudio histológico a la muestra del quiste para dar cumplimiento a los protocolos oncológicos que permitan establecer su diagnóstico definitivo. Finalmente, si el especialista llega a detectar en la biopsia otro tipo de hallazgos que impliquen malignidad de la masa tumoral; lo más conveniente es programar una nueva cirugía y aplicar una orquiectomía radical.
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