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La disfunción eréctil en nuestra sociedad
Sin duda la disfunción eréctil es un problema que condiciona al hombre en muchos aspectos de su vida cotidiana.
Más allá de las limitaciones que le impiden el disfrute de la actividad sexual, es un problema que genera afectación psicológica y muchas veces es visto como imposible de corregir.
No obstante, es un problema que tiene solución, siempre y cuando se realice el diagnóstico correcto que permita identificar las causas y establecer su tratamiento.
De hecho, la disfunción eréctil puede ser un problema transitorio; pero en la medida que el paciente no decide tratarla, puede estar arrastrando el problema más allá del tiempo que realmente ha debido ocupar.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de la disfunción eréctil?
Enfermedades de riesgo vascular que dificultan la erección desde un punto de vista fisiológico (diabetes, hipertensión, obesidad, entre otras).
Cambios hormonales (déficit de testosterona, aumento de prolactina o alteración en los niveles de las hormonas tiroideas).
Lesiones neurológicas y daños en los nervios, producidos durante alguna intervención quirúrgica.
Fractura de pene.
Estrés y otras afectaciones psicológicas.
Consumo frecuente de tabaco.
Infecciones urinarias recurrentes.
¿Cómo se diagnostica la disfunción eréctil?
Antes de completar un diagnóstico, es preciso llevar a cabo una entrevista con el paciente para conocer sus antecedentes familiares y solicitar las pruebas que el especialista considere según el caso.
Cuando existen problemas de ansiedad, depresión, estrés u otros que se relacionen con alguna alteración psicológica, normalmente se debe contar con el apoyo de un psicólogo o psiquiatra.
Del mismo modo, si existe un déficit o sobrecarga hormonal, el apoyo de un endocrinólogo puede ser de gran ayuda para resolverlo.
Ante otro tipo de casos, el urólogo puede indicar tratamiento farmacológico que ayude a restablecer las condiciones normales del paciente y recuperar su vida sexual.
Tratamientos innovadores para la disfunción eréctil
Bombas y prótesis de pene. Son alternativas que ofrecen una efectividad por encima del 80% de una forma discreta y totalmente funcional.
P-Shot o Priapus Shop. Consiste en una serie de inyecciones que entimulan y reestablecen el flujo sanguíneo del pene, mientras regenera los tejidos del cuerpo del mismo.
Ondas de choque. Mejoran la circulación sanguínea y estimulan la formación de nuevos vasos sanguíneos.
Como ves, el tratamiento de la disfunción eréctil sí es posible. Lo importante es evitar la automedicación, solicitar la evaluación por parte de un especialista y seguir las recomendaciones que te permitan volver a disfrutar tu vida a plenitud.
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